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Bebé de alta demanda

Hola!!! Hace mucho tiempo que no me pasaba por aquí a escribir, y la razón es bien sencilla… Nos falta el tiempo!!

Con la llegada de Martín, todo ha cambiado mucho, y mis papás están más atareados y cuando no están atendiendo al pequeño, aprovechan todo su tiempo para jugar conmigo, y eso me gusta, porque veo que nos atienden a los dos por igual, que los dos somos igual de importantes para ellos. Esa creo que es la razón principal por la cual no he cogido celos de mi hermanito y lo quiero tanto.

Pero hoy no quiero hablaros de celos de hermanos ni nada parecido, si no de lo que es tener un hermanito de alta demanda, como dicen mis papás.

Bebé de alta demanda

Mis papás dicen que Martín y yo somos muy diferentes. Conmigo, mis papás podían hacer muchas cosas y tenían más tiempo, pero con Martín, tienen que estar todo el día pendiente de él, y sobre todo, pegado a él. Mamá dice que es un pequeño bultito que le ha salido en el cuerpo, porque la gran parte del tiempo está pegado a ella, sea en la teta, porteando, en brazos o durmiendo.

Y es que los bebés de alta demanda son así. A mí no me gusta poner etiquetas a los bebés o a los niños, pero el término «alta demanda» acuñado por Williams Sear, un pediatra que cuando nació su cuarta hija a la que llamó Hayden, observó que era diferente al resto de sus otros hijos porque no podían soltarla ni un instante, y si lo hacían, lloraban como si la mataran. Y eso es lo que le ha pasado a Martín desde que lo pusieron en brazos de mi mamá, que si lo soltaba, se ponía a llorar. Martín era y es más demandante que yo, y otras diferencias y características de los bebés de alta demanda te los cuento a continuación:

Necesitan más estímulo: Martín desde que era bebé, todas las cosas las quería con más intensidad y estímulo, por ejemplo, cuando lo dormían en brazos, no bastaba con cantarle y moverte de un lado a otro, necesitaba que alzaras un poco la voz y pisaras el suelo con fuerza. Le gustaba que lo sacudieras mucho para dormirse.

Parece que siempre estaba hambriento: mamá se podía pasar horas, bueno, se pasaba el día entero con la teta fuera, igual comía una hora, se dormía diez minutos y a la que se despertaba, volvía a pedir teta. O si por ejemplo, algún abuelo lo tenía en brazos, siempre estaba inquieto y protestando, y solo lo calmaba la teta de mamá. Ella se ha cansado de escuchar: «este niño pasa hambre, la teta no le alimenta».. pero Martín cogía bien de peso, siempre ha estado en percentil 55. Así que hambre no es. La razón es que los bebés de alta demanda necesitan el contacto con mamá todo el rato. La lactancia es más que comida, es consuelo, es protección.

El porteo era la única opción si querían salir a pasear: recuerdo que mi hermanito de bebé lloraba a la que lo ponían en el carro. Era soltarlo y llorar. No quería carro. En cambio, si lo ponías en el foular pegadito a nuestra mamá, iba encantado. Mi papá dice que el mejor dinero invertido fue en la mochila porta bebés que compraron, concretamente, la bobaX, una mochila para portear que es evolutiva, va desde el nacimiento hasta los 16kilos aprox. Gracias a la mochila, hemos podido ir a todos los cumpleaños de mis amiguitos, al parque, a la playa, a comprar,… Porque ponías a mi hermanito en la mochila, y se portaba como el mejor.

Síndrome de la cuna de pinchos: ¿Has oído ese término alguna vez? Les pasa a los bebés que se duermen en brazos y cuando sus papás los sueltan en la cuna, esta se ve que está llena de pinchos o algo porque el bebé se despierta enseguida. Pues eso le pasaba a Martín desde el minuto uno. Nunca lo han podido soltar una vez dormido, y si lo hacían, duraba solo cinco minutos. Así que mis papás, cuando duermen a mi hermanito, o se lo quedan en brazos o lo duermen en la mochila de porteo, y por la noche, bien pegadito a mami y a su tetita. Mi mamá dice que yo era diferente, que a mí me soltaba y podía dormir tres horas en mi cunita o en el carro, y aprovechaba para hacer cosas o escribir sus dos novelas, pero con Martín, no puede hacer casi nada.

-Es exigente: todo lo quiere ya, y a su manera, si no, llora con todas sus fuerzas. El ejemplo más claro de eso es que para dormirse, tiene que ser en brazos y de pie, si te sientas mientras lo duermes, prepárate para una batalla de lloros, lágrimas y empujones. Y aunque parezca dormido, a veces te sientas y llora. Hasta que no coge bien el sueño, tienes que estar de pie. Y es que los bebés de alta demanda, parece que siempre están insatisfechos por mucho que hagas.

Duerme poco y se despierta a menudo: las siestas de Martín no duran más de 30 minutos, duerme muy poco durante el día, y por la noche, se despierta muchas veces a comer teta.

Odia el coche: es algo que no entiendo, porque a mí de pequeño era subirme al coche y ya estaba durmiendo. Martín no, Martín se sube y se pone a llorar. Llora con fuerzas, parece que lo odia, y no hablemos de dormirse, eso sería un sueño hecho realidad, jeje. Normalmente a los bebés les calma, incluso hay padres que lo utilizan para dormir al bebé. Martín no, Martín lo odia, lo único que le calma un poco es poner por Bluetooth sus canciones favoritas, pero no siempre funciona.

Es impredecible: a veces, encuentras una fórmula o haces algo que funciona para que se calme o para que duerma un ratito solito, pero lo que hoy te ha funcionado, mañana ya no lo hará. Un ejemplo, una vez mamá durmió a Martín en el carrito, ya con 6 meses, poniéndole el chupete (que nunca lo ha querido). Pues ahora con 8, como le pongas el chupete te lo escupe y le da arcadas. Y al revés también funciona, algo que nunca haría, a veces lo hace, como dormir una hora en el sofá solito, pero solo hace una vez, no te vayas a acostumbrar… Jiji

Necesita contacto a todas horas: lo de estar solo no le gusta, necesita sentirse protegido al lado de alguien, sobre todo de mamá, y si ella se va, llora, odia la separación o no ver a mamá. Si se despierta y está solo, llora desesperadamente y enfadado.

Esas son las cosas por las que mis papis dicen que Martín es un bebé de alta demanda, pero dicen también que no les importa que sea así, porque también tiene otras cosas buenas, por ejemplo:

Lo disfrutas más: el cuidado de un bebé es corto y pasa volando, así que lo aprovechan y viven al máximo, dicen que tendrán un bonito recuerdo de haber pasado tanto tiempo con él.

Aprendes a organizarte mejor: como te queda tan poco tiempo para hacer cosas, aprendes a hacerte listas, organizar el tiempo, separar lo principal de lo prescindible, valoras más el tiempo y no lo desaprovechas.

Emociones más intensas: un bebé y niño de alta demanda tiene las emociones más intensa, cuando llora es más intenso, pero cuando ríe también. Por ejemplo, cuando le haces cosquillas o le cantas su canción favorita, su sonrisa se ilumina, da palmas, lo ves muy feliz. Por eso, cuando le haces algo sabes al instante si le gusta o no, si es que sí, se ríe y notas que le ha gustado, como no le guste, llora y se irrita fácilmente.

Son muy cariñosos y amorosos: los niños de alta demanda son así ya que necesitan siempre ese contacto y afecto, son muy cariñosos, les encanta que le des besitos y abrazos. A Martín le encanta que le de caricias, que le toque su cabecita y pelito, le de besitos.. ¡se ríe mucho!

Además dicen cuando estos bebés de alta demanda crecen y se convierten en niños, son más empáticos y se preocuparán por las emociones de la gente que tiene a su alrededor.

Esperamos que te haya resultado interesante esta entrada, y sobre todo, que si tienes un bebé de estas características, aprendas a gestionar su carácter y forma de ser con cariño y pasión, te aseguramos que será un reto muy bonito.

Feliz día,

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