Hola, hoy os dejo una reflexión que seguro que comparten conmigo el 100% de niños.
Mamá, sé que lo haces por alguna razón, pero…
…No necesito que justo cuando acabo de nacer haya en nuestra habitación más gente que papá y tú. Entiendo que todo el mundo ansíe mi llegada, pero en ese momento sólo necesito sentirte cerca y oír a papá, esa voz que me ha acompañado siempre junto con la tuya.
…No necesito que te rodees de gente que, aunque tienen buenas intenciones, te llenan la cabeza de sus experiencias y sabiduría y te influencian, impidiendo que sigas tu instinto como madre y hagas lo que debes hacer. A lo mejor, algo que a ellos les ha ido bien, para nosotros no es así, por eso, no olvides que tú tienes la última palabra y sabes mejor que nadie lo que es mejor para mí, para nosotros.
…No necesito hamacas de última generación o de esas que simulan que estoy encima tuyo, necesito más tiempo en brazos, más abrazos y mimos. Entiendo que tengas muchas cosas que hacer, que alomejor el piso no está tan limpio como te gustaría que estuviera, pero no olvides que lo primero somos tu y yo, que te necesito cerca para que me des seguridad.
…No necesito mil juguetes ni que sean los mejores, necesito tiempo contigo y con papá. Quiero aprender jugando con vosotros, experimentar, hacer actividades juntos y pasar muuuuuuuuuucho tiempo a vuestro lado. Los juguetes, al fin y al cabo, es algo material. Y yo, prefiero besos, abrazos y mimos antes que eso. No lo olvides, por favor.
…No necesito que mi ropa sea de marca. Igual a ti te gusta que vean que soy un niño guapo y fashion, pero prefiero mil veces vestir ropa que no sea de marca pero que trabajes menos para que estés a mi lado. No olvides tampoco que soy un niño y lo que más necesito de todo es estar con mis papás.
…No necesito presenciar discusiones y menos si es entre mamá y papá. Entiendo que a veces estéis en desacuerdo, o algo te pueda molestar, pero hablarlo en privado, no hace falta que lo viva en directo. Soy tan pequeño que muchas veces no sé ni de lo que estáis hablando, pero el tono de irritación que usáis no me gusta. No me gusta veros enfadados, no me gusta que os gritéis. Así, que si no queréis que yo haga lo mismo, no lo hagáis delante mío. No olvides que vosotros sois mi modelo a seguir y si queréis que sea respetuoso con los demás, no lo hagáis delante mío.
…No necesito que me obliguéis a hacer las cosas. Odio que me obliguen a compartir mis juguetes, entiendo que quieras que aprenda a compartir con los que menos tienen, pero obligando no es la manera. Tampoco me gusta que me obliguen a comer y menos, que sea comida que no me gusta. ¿Permitirías que alguien te obligara a comer algo que no te gusta? No, ¿verdad? Pues no se lo hagas a la persona que más quieres. Simplemente, si quieres que coma algo, dame ejemplo y cómelo tú, seguramente, algún día, no podré resistirme y lo probaré, y quizás me guste y quizás ya lo comeré.
…No necesito estar todo el tiempo ocupado. Aunque te parezca increíble, es bueno que a ratos me aburra porque eso me ayudará a desarrollar mi imaginación, a ser creativo y a experimentar. Así que, antes de darme un teléfono, tablet o TV, deja que a mí se me ocurra algo, quizás te sorprenda o quizás necesite que me des algún objeto nuevo para mí, como por ejemplo macarrones. ¿Piensas que con unos macarrones me voy a aburrir? Pues no, porque puedes enseñarme a hacer un collar, a ponerlos en un recipiente, o simplemente contarlos. Déjame un álbum de foto de cuando tú eras pequeña, igual me fascina ver a mis abuelos tan jóvenes y disfruto escuchando vuestras historias y vivencias.
…No necesito ir el lunes a inglés, el martes a piscina, el miércoles a música y el jueves a inglés otra vez. No me sobrecargues a actividades, como ya te he dicho antes, necesito también tiempo para mí, igual que te gusta tenerlo a ti. Vale que alguna de esas actividades me venga bien pero no me satures. No, por favor. Lo que de verdad necesito es estar con vosotros, cocinar, salir a pasear, ir a la montaña, a comprar, coger la bicicleta, hacer un picnic,.. te aseguro que todo eso me gusta más que cualquier otra actividad y aprenderé mucho también, porque tú estarás ahí para explicarme cosas interesantes.
…No necesito que hagas de mí un niño perfecto, deja que cometa errores, deja que experimente yo sólo. Deja que sea feliz y no perfecto.
…No necesito que me compares con otros niños, que quieras que sea más que alguien, que saque las mejores notas de la clase, que te pongas triste si no consigo lo que tú esperabas ni que sea el mejor. Respeta mi ritmo, mi capacidad, motívame y valórame, no me ridiculices ni me hagas sentir mal.
…No necesito castigos, no y no. Si algo no me sale bien o si simplemente hago algo que no debería, enséñame cómo debo hacerlo, dame ejemplo y hazme ver que soy capaz de hacerlo bien. Pero si me castigas, vas a conseguir todo lo contrario, me dará miedo volverlo a intentar y siempre tendré miedo al fracaso y a no estar siempre a la altura.
…Y a todo esto, gracias a mis papás por entender lo que de verdad necesito, por esforzarse al máximo para estar conmigo y para que yo sea feliz. Cuando mis papás están juntos, siempre se están dando besos y abrazos, siempre ríen y eso se me contagia. Esa alegría que desprenden, ese cariño, esa amabilidad y respeto, hacen que sea un niño feliz y amado, y por eso… NO NECESITO MÁS.
¡¡¡Gracias!!!
Lucas.
¡¡Qué bonita reflexión!!