¡¡Hola!!
Tengo ya casi 26 meses, o lo que es lo mismo, 2 años y 2 meses y cada día que pasa aprendo cosas nuevas y noto muchos cambios en mí, es sorprendente. Por eso hoy, quiero escribirle unas palabras a mis papás o a cualquier padre o madre con un niño que acabe de cumplir los dos años.
A veces todo me molesta o todo me parece lo más gracioso que he visto. Soy capaz de pasar de la risa al lloro en una milésima de segundo. No pienses que te estoy vacilando, solo que ahora soy mayor y tengo nuevas habilidades y siento cosas nuevas.
A veces necesito mimos y otras estar solo. Hay días que cuando me cojo una rabieta necesito a mami al lado, pero otras, es mejor que me dejen estar solo para que yo mismo me calme. Lo siento, estoy empezando a ser como tú, que en ocasiones prefieres estar solo y otras, necesito afecto y cariño para sobrellevar la situación.
Lo que antes me gustaba ahora no me gusta tanto. O sí, cambio mucho de opinión, depende el día, así que mamá, papá, no os volváis locos y respetar mi decisión, igual que cuando a ti un día te apetece hacer algo pero al día siguiente ya no. Tengo mis gustos y mis preferencias pero no tiene por qué ser siempre igual.
Y las rabietas,…
Hay días que te montaré una rabieta en medio del supermercado si me agobio o si me dices cualquier cosa insignificante y otras iré tan feliz mientras pongo las cosas en el carro. ¿Y sabes por qué? Pues porque soy así y siento así. No siento siempre lo mismo, estoy descubriendo que tengo sentimientos y que la mejor manera que sé de expresarme es llorando. Lo siento, pero es mi forma de reflejar lo que siente mi corazón. Imagino que cuando empiece a hablar y crezca, podré razonar mejor y no montaré estos espectáculos.
Y no quiero que pienses que te pongo a prueba o que te quiero dejar mal delante de la gente, pero esto pasa cuando pasa. Igual que a ti, que puedes estar bien pero de repente acordarte de algo triste y cambiarte la cara por completo, con la única diferencia que tú, con tu experiencia y tus años, lo sabes gestionar mejor que yo que aún tengo dos años.
Todo tiene un lado bueno,…
Menos mal que no todo es malo, también soy más listo que antes y me doy cuenta de más cosas. Me quedo embobado cuando me cuentas una historia o cuando dibujamos juntos. También me encanta jugar a cosas nuevas con vosotros, papás. Los juguetes nuevos de mi edad son más difíciles pero me motivan más, y creo, que estoy aprendiendo muchísimo y mi capacidad e imaginación incrementan cada vez que juego. Disfruto con un buen libro, saliendo a pasear con el triciclo, corriendo y chutando una pelota. Me encanta explotar mis nuevas habilidades motoras y ser capaz de hacer todo lo que hago, es increíble.
Por todo esto, y por mucho más, solo tengo que daros las gracias por estar ahí, por manteneros siempre tranquilos y guiarme por todo lo desconocido. Gracias por no ignorar mis sentimientos, por hacer que me sienta mejor cuando pierdo los papeles, por motivarme y creer en mí.
Sé que habéis leído mil artículos y algún que otro libro sobre el niño de dos años, sus rabietas,… pero que al final lo que cuenta es el amor tan grande que siento que me dais, vuestro tiempo a mi lado, vuestra dedicación, vuestra enseñanza y vuestros valores,… simplemente, vosotros. Gracias.
Y aquí mi carta, que podía ser mucho más larga porque pienso y siento más de lo que expreso, así que otro día más.
Un saludo,
Lucas.